¿Por qué no yo?
Algunos pueden llamarla una maldición, una vida como la mía. Otros, una bendición. En definitiva, es ciertamente una vida solitaria pero gratificante y la mejor para mí.
La única forma que el mal triunfe, es que los hombres de bien, no hagamos nada. Alguien tiene que levantarse y enfrentar al mal en este mundo… ¿por qué no podría ser yo?
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