
A veces miento
Era una fresca noche de junio, estábamos en el mismo boliche de siempre, con la gente de siempre pero yo solo quería estar con ella.
Le agarré la mano y la aparté del resto…
– ¿Dónde me estás llevando? – me susurró al oído mientras caminábamos.
– A otro lugar
– Pero está muy oscuro
– No te preocupes, que no quiero ir a ningún lugar oscuro con vos
Y sí, a veces miento.
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