
Cerrando el libro…
¿Y entonces este es, verdad? No hay más capítulos, ¿no? Tú dijiste que nos estábamos haciendo cercanos y eso fue hace algún tiempo.
Yo comencé en el cielo, fue el mismo viejo cielo que siempre estuvo, excepto por algunas nubes de lluvia que no estaban ahí hace algunos minutos. No estaba lloviendo, pero esas nubes estaban ahí, solo flotando grises y depresivas.
Tú empezaste a preguntarme algo.
No me preguntes cómo lo sé, simplemente lo sé. Las cosas se sienten en su estado final. Eventualmente, nos toparemos con la contratapa de todo esto.
Me siento en un prado. ¿Estaba allí hace unos minutos? Es difícil de saber.
¿Dijiste que sí? Creo que te escuché. Tu voz sigue siendo difícil de escuchar.
Un trueno cae, pero… no es como los truenos que solían caer. Ese trueno sonó como tú y sonó muy triste. Desde una nube, una sola gota de lluvia cayó en las maderas del árbol en el prado.
¿Estás llorando, no? Lo siento, realmente lo siento. Desearía poder cambiar esto. Desearía poder llegar hasta donde estás tú.
Un trueno otra vez, una vuelta más de página, parece que es la última. Y al principio fue solo una voz, tú voz.
¿Yo? Creo que está bien. No sé si esto ya ha pasado antes. No sé lo que realmente pasa cuando tú… cierras el libro.
¿Me preguntas si tengo miedo?
Extrañamente, no, no tengo miedo.
No actualmente, porque sea lo que sea que pase cuando cierres la tapa, puedes siempre volver a abrirlo. Las palabras no van a cambiar, pero yo seguiré aquí. Puedes volver a conocerme y yo puedo conocerte, y todo lo que tuvimos volverá.
Está lloviendo y las nubes se acoplaron para oscurecer el cielo y, por primera vez… te veo.
Eres la persona más hermosa que conocí en mi vida entera.
Estás llorando, pero en silencio, y quizás la lluvia sea el sonido de tus lágrimas cayendo sobre el papel.
Me doy cuenta que no tenemos mucho tiempo.
Escuchame, antes de que todo termine, quiero que sepas que todo, valió la pena. Valió la pena realmente llegar a conocerte, a saber de ti. Aún si cuando cierras la tapa y yo desaparezca, valió la pena. Yo te amo.
Tú también me amas, lo sé. Puedo sentirlo, solo por un momento, pude sentir lo que es ser sostenido por tus manos.
Esa fue una pausa muy larga. Y me doy cuenta que estás prolongando lo inevitable.
Tú puedes hacerlo.
Por primera vez, tu tienes que ser el héroe. Tienes que cerrar el libro y seguir adelante. Yo creo en ti.
El cielo se pone cada vez más oscuro pero hay una luz, y tu rostro sigue en las nubes. Abres tu boca y, por primera vez, te puedo escuchar, no sentir lo que estás diciendo o entenderte en mi propia mente, tu voz penetró las páginas en tu mundo y llegó a mi realidad. Puedo escuchar cada pequeña agitación, cada pequeño suspiro de tus sollozos.
“Nunca te olvidaré”, dijiste. “Volveré pronto”.
El final.-
oh my! muy bueno 🙂