
El último bar
Después de toda una vida de bares en bares, seguía prefiriendo perder el tiempo en un bar lleno de gente que le es indiferente con algo que emborracharse, a tener que perder el tiempo en cualquier otro lugar lleno de gente indiferente sin nada para emborracharse.
Pero había algo distinto en aquél bar irlandés de la Plaza Armenia en Palermo. Algo que le decía que ese sería el último bar. ¿Pero qué pasó entonces? Pasó una mujer.
Una de esas mujeres que nunca terminan de pasar.
De que libro es ?.
no es de ningún libro, solo un relato independiente.