En un cueva oscura y húmeda, una pequeña ave queriendo volar, sueña con salir de su refugio para ver el mundo. Mira al exterior, cierra sus ojos y sueña con estar ahí. Los árboles y el resto de las aves, la llaman, pero hay algo que la retiene allí.

Me recuerda mucho a mí, siempre soñando con ver el mundo exterior, salir de mi propia cueva y escaparme. Tiene que tomar la decisión, como yo alguna vez lo hice… por mucho que duela y el corazón no deje de sangrar. No hay que dejar de intentar. A través del dolor, no tuve miedo porque era lo que yo quería y respirar es solo el comienzo.

Rompió sus alas intentándolo, le dolía y aún sangrando, continuo. La vida no dura para siempre…

y así un día abrió sus mutiladas alas, llorando de dolor, sangrando de esperanza, saltó al vació y vivió el fin de su sueño.