Como parte del esfuerzo del gobierno para que la gente mire más a los ojos de la gente y aprecie mejor la belleza del silencio, el jefe de estado ha prohibido a todos los ciudadanos usar más de 1500 palabras por día.
Cuando suena el teléfono, pongo mi oído sin decir «hola»; cuando voy a un restaurante, un kiosco o alguna tienda, simplemente apunto a lo que quiero. Me estoy ajustando muy bien al nuevo sistema.
Anoche, muy tarde, la llamé y, orgullosamente, le dije «hoy solo usé 400 palabras, guardé el resto para vos». Cuando ella no contestó, supe que ella ya había usado todas sus palabras del día.
Entonces, gasté mis 1100 palabras restantes en repetirle «te amo». Después de eso, simplemente nos quedamos en el teléfono, escuchando la respiración de cada uno.-
Publicado desde WordPress para BlackBerry
Comentarios recientes